Estos tiempos de tribulación y pandemia invitan a la reflexión; revisamos nuestras actuaciones pasadas y nos planteamos como las circunstancias del presente pueden alterar nuestro entorno y modificar nuestra visión y nuestros hábitos.
Echo la vista atrás y me doy cuenta de que como profesional, y también como consumidor, he centrado mi atención de forma prioritaria en el segmento más alto del mercado: esos grandes AOVEs, generalmente de cosecha temprana, de intensos y complejos frutados, exquisitamente envasados e incansables cosechadores de premios y galardones.
Representan la cúspide de nuestra oferta; gracias a ellos los aceites españoles gozan de reconocimiento y prestigio internacional; son, en definitiva, los ”creadores de imagen” de nuestro sector oleícola.
Sin embargo, su alto coste de producción y la dificultad de muchos consumidores para diferenciar categorías comerciales y apreciar las diversas calidades hacen que su consumo haya estado bastante restringido. Prácticamente ningún productor de alta gama sobreviviría sin recurrir a los mercados exteriores.
La grave crisis económica derivada de la covid 19 va a reducir el poder adquisitivo de muchos usuarios, entre los que me incluyo. Por ello he comenzado a buscar alternativas que me permitan contener mi presupuesto para alimentación, sin renunciar al placer y a los beneficios de una dieta donde el uso del AOVE es omnipresente y muy generoso.
Un ejemplo de todo ello es la marca “Torre de Canena”, de la compañía Castillo de Canena Olive Juice. AOVEs de picual y arbequina obtenidos de frutos recolectados en el mes de noviembre, procedentes de la finca familiar de Jaén, en el valle de alto Guadalquivir.
En noviembre las aceitunas han iniciado ya su proceso de maduración y adquirido tonalidades amarillentas y violáceas; se encuentran en un estado de maduración intermedio que se refleja en los atributos sensoriales de los aceites: los frutados pierden intensidad, no son tan verdes, y percibimos claros matices de fruta madura.
En todo caso, se trata de AOVEs frescos, equilibrados y amables. En los de arbequina destacan las notas frutales de plátano maduro y manzana roja, junto a matices de hierba y alcachofa. En los picuales predominan las notas herbáceas y vegetales que evocan las hierba verde y el tomate maduro.
La producción de “Torre de Canena” está sometida a los estrictos protocolos de calidad que caracterizan y prestigian a todas las actividades y productos de esta firma.
“Torre de Canena” se distribuye en los supermercados de El Corte Inglés, en botellas de cristal obscuro de 500ml al precio de 7,25 euros. Aceites para todos los usos en nuestra cocina diaria y al alcance de todos los bolsillos.
Santiago Botas